Brecha salarial entre hombres y mujeres: todo lo que debes saber.

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¿Te puedes imaginar teniendo que trabajar gratis durante 51 de los 365 días del año? Seguro que te resultaría increíblemente injusto, ¿verdad? Pues bien, esto es lo que nos ocurre a muchas mujeres en todo el mundo. La desigualdad salarial es una realidad que enfrentamos, y es hora de que tomemos medidas para cambiar esta situación. 

Si no sabes cómo se calcula la brecha salarial entre hombres y mujeres, hasta qué punto llega esta desigualdad según qué territorios o por qué las mujeres cobramos menos que los hombres, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la diferencia salarial por razón de género.

¿Qué es la brecha salarial? 

La brecha salarial se define como la diferencia entre los salarios promedio de hombres y mujeres. Para calcularla, los organismos restan el salario promedio bruto de las mujeres al salario promedio bruto de los hombres y dividen el resultado entre el salario promedio de los hombres. Luego, multiplican ese número por 100 para expresarlo como un porcentaje. Y así, se obtiene lo que se llama la "brecha salarial de género".

Parece una definición bastante fría y técnica para un problema que tiene raíces profundas en la discriminación de género y en la desigualdad. No se trata solo de números y porcentajes, sino de un reflejo de cómo las mujeres continúan siendo subvaloradas en el mercado laboral.

La desigualdad salarial de género, más que cualquier otra forma de discriminación, refleja la acumulación de desigualdades históricas que las mujeres han enfrentado simplemente por ser mujeres. 

Incluso las ofertas de empleo pueden estar condicionadas por la "aversión" de algunas empresas a la maternidad y a la conciliación entre la vida laboral y familiar. Esta discriminación invisible pero profundamente arraigada perpetúa una brecha salarial injusta, negando a las mujeres la igualdad de oportunidades y el reconocimiento económico que merecen. 

¿Cuál es la brecha salarial entre hombres y mujeres en la actualidad? 

¿Qué revelan las cifras reales sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres? Aquí están las estadísticas proporcionadas por los organismos oficiales a nivel internacional, europeo y nacional. Sin embargo, es importante destacar que estos datos no están ajustados. ¿Por qué? Porque el mercado laboral es complejo y diverso, y las regulaciones laborales varían ampliamente entre diferentes regiones y países. Esto hace que calcular una brecha salarial de género precisa sea un desafío, pero no podemos permitir que esta dificultad nos impida abordar la cuestión de manera efectiva y justa.

Es absolutamente indignante ver que las trabajadoras de todo el mundo continúan ganando una mísera suma de 77 céntimos por cada dólar que reciben los hombres. En Europa, aunque la brecha se reduce, sigue siendo significativa, con 84,3 céntimos por cada euro. Es alarmante que, a pesar de los avances, el Foro Económico Mundial estime que tomará 202 años para lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Esto no solo es inaceptable, sino que también pone de relieve la persistente desigualdad de género en el ámbito laboral. Es urgente tomar medidas concretas y efectivas para abordar esta disparidad y garantizar que todas las personas, independientemente de su género, reciban una compensación justa por su trabajo.

¿Cuál es el motivo de esta diferencia de género en el salario? 

También es importante profundizar en las causas que dan lugar a esta diferencia de retribución entre hombres y mujeres. A continuación, te presentamos algunos factores que provocan esta desigualdad: 

  1. /tTrabajos peor remunerados: Tradicionalmente, las mujeres tienden a ocupar empleos en sectores y ocupaciones que suelen estar peor remunerados o están más integrados en la economía informal. Por ejemplo, en el sector STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), las mujeres ocupan solo uno de cada cuatro empleos, a pesar de representar la mayor parte de la fuerza laboral en el sector de servicios, como señala ONU Mujeres. Esta segregación ocupacional perpetúa la brecha salarial, ya que los trabajos en el sector STEM tienden a pagar salarios más altos en comparación con los empleos en el sector servicios. 
  2. /tJornadas a tiempo parcial: a pesar del aumento en la participación laboral de las mujeres, el reparto equitativo de las responsabilidades familiares aún está lejos de ser una realidad. En la mayoría de los casos, a pesar de tener empleo, las mujeres continúan asumiendo la abrumadora carga del cuidado de hijos o familiares dependientes, así como de las tareas domésticas. Este desequilibrio conlleva que muchas trabajadoras se vean obligadas a recurrir a jornadas laborales reducidas para tratar de conciliar ambas esferas, o incluso a interrumpir o abandonar sus carreras de forma permanente, lo que, a su vez, se traduce en una menor remuneración. Es fundamental destacar que esto no es una elección voluntaria, sino una imposición de las circunstancias.
  3. /tTecho de cristal: Apenas el 31% de los cargos ejecutivos a nivel global están ocupados por mujeres. Esta estadística revela una clara brecha en la representación de género en los niveles más altos de las empresas, lo que a su vez perpetúa la desigualdad salarial. Es imperativo reconocer que este problema no se debe a la falta de cualificaciones o talento en las mujeres, sino a barreras estructurales y culturales que dificultan su progresión profesional.

Iniciarse en la lucha contra la brecha salarial de género

No deberíamos conformarnos con un mundo donde las mujeres se vean limitadas en sus posibilidades laborales debido a estereotipos de género y desigualdades sistémicas. En un mundo donde la igualdad de género y la equidad salarial son metas que todos deberíamos perseguir incansablemente, es esencial respaldar iniciativas y herramientas que fomenten la transparencia y valoren a cada profesional por sus méritos, independientemente de su género, raza o cualquier otro factor.

Plataformas como PROSFY están marcando la diferencia al impulsar la igualdad en el lugar de trabajo. Estas plataformas no solo ofrecen transparencia salarial, sino que también reconocen el valor intrínseco de cada individuo. Permiten que los profesionales sean recompensados en función de su experiencia, habilidades y desempeño, en lugar de verse limitados por estereotipos o prejuicios. ¡Anímate a unirte  y a promover la igualdad de oportunidades para cada profesional en nuestro camino hacia un futuro más inclusivo y justo!